La Paz en los Tiempos de Guerra

Los premios Nobel son una celebración del progreso. Cada año se encargan de distinguir justamente a aquellos personajes que, con ardor y disciplina, se entregan a la misión de hacer un mundo mejor. Ya sea en economía, medicina o química, es indudable que los logros festejados son muy provechosos. Este año, felizmente, no fue la excepción.

Sin embargo, la nominación del presidente colombiano Juan Manuel Santos al Premio de la Paz, por su compromiso para conseguir el acuerdo de paz definitivo con las infames FARC, se vio nublada por el candente debate que vive y divide a Colombia.

¿Qué son las FARC? 

Las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC) nacieron a causa del conflicto político que Colombia vivía desde 1948. En aquel entonces, el pueblo colombiano era preso de la ya clasiquísima incertidumbre que traen las caldeadas diferencias ideológicas sobre cómo se debe gobernar un país plagado de desigualdad.

Los bandos en duelo eran los “conservadores”, dueños de un gobierno minoritario aunque con poder, y los “liberales”, oposición mayoritaria en búsqueda de una reforma comunista para el bien de los campesinos. El cobarde asesinato del candidato liberal, Jorge Eliécer Gaitán, y los constantes ataques de un gobierno que usaba la violencia para asegurar su permanencia motivó a los liberales a optar por una resistencia armada.

Por poco más de una década, conservadores y liberales se enfrascaron en guerra. Fue en este escenario que el nombre de Pedro Antonio Marín, el temible “Tirofijo”, por su mortal puntería, se hizo famoso entre los liberales.

Precisamente la “Operación Marquetalia” de 1964 se planteaba capturar por todos los medios a “Tirofijo” y sus secuaces, que se escondían en una comunidad rural. El despliegue masivo de personal militar y maquinaria no impidió que, para vergüenza del gobierno, “Tirofijo” escape y luego haga que sus guerrillas adopten una mentalidad ofensiva.

La suma de los seguidores de “Tirofijo” es lo que llamamos “las FARC”.

¿Por qué las FARC son tan odiadas, temidas y criticadas?

En las pugnas que se produjeron anterior a 1964, el gobierno era el agresor y los “rebeldes” practicaban la autodefensa. Sin embargo, con “Tirofijo” a la cabeza de las FARC, los guerrilleros no tardaron en tomar la ofensiva (80’s), iniciando así la pesadilla sangrienta que alcanzó masivamente a la población colombiana.

El pico de las fechorías de las FARC se alcanzó a partir de los años 90. Entre sus estrategias estaban los atentados, la extorción, secuestros, ataques y masacres. De los casos más sonados son destacables la masacre en una iglesia de Bojayá (79 muertos), el ataque a la ciudad de Mitú (37 muertos y 61 policías rehenes) y los seis años de secuestro de la candidata presidencial Ingrid Betancourt en el 2002.

A la impopularidad cosechada por estos actos se suman los coqueteos y la posterior amistad lucrativa entre las FARC y el narcotráfico. Esta alianza se dio, suponen los expertos, por la cercanía entre ambos en la selva colombiana y las exigencias económicas que presenta la guerra no solo contra un gobierno, sino también contra un pueblo cansado de tanto derramamiento de sangre. Es decir, las FARC necesitaban más dinero y las extorciones y secuestros no bastaban; el narcotráfico fue su aliado lógico.

¿Por qué el Premio de la Paz a Santos avivó el debate?  

El acuerdo de paz alcanzado por el Presidente Juan Manuel Santos y el líder actual de las FARC, Rodrigo Londoño, alias “Timochenko”, el 26 de septiembre del 2016 habría marcado el fin definitivo de la guerra tras 4 años de negociaciones. No obstante, el Presidente Santos había prometido que el acuerdo sería válido si y solo si los colombianos lo aprobaban en un plebiscito. Los resultados de esta encuesta pública presentados este 2 de octubre demostraron que Colombia está sumamente dividida con respecto a este tema. El NO (50,2%) le ganó reñidamente al SÍ (49,7). Cabe resaltar que, para complicar más el asunto, los votantes solo representaron al 40% de la población votante colombiana; en otras palabras, de casi 35 millones de colombianos, solo 13 millones se tomaron la molestia de ir a las urnas. El ex presidente Álvaro Uribe, muchos consideran, es el máximo líder político que se opone al SÍ y muchos colombianos le dan su apoyo.

Las razones principales del rechazo son las penas leves a los guerrilleros, la inclusión de las FARC en la política y el tipo o los tipos de reparación para las víctimas. Como se puede ver, la crítica se centra en que dicho acuerdo solamente beneficia a las FARC para que hagan “borrón y cuenta nueva” con el menor castigo.

¿Fue correcto que los colombianos hayan rechazado el acuerdo de paz con las FARC?

“Los perdoné porque la paz inicia con uno mismo, he decidió perdonarles, pero ustedes deben pedirme perdón

Se aplaude que las FARC quieran negociar la tan ambicionada paz por el bienestar de Colombia. Con ello dan el indicio de que finalmente alcanzaron la madurez para entender que la violencia hace más mal que bien. También es aplaudible el hecho que hayan tomado el rechazo del pueblo como indicación de que deben continuar las negociaciones.

En esta guerra se ha matado mucha gente inocente, por favor reconozcan esto

Sin embargo, ahora que ya están “maduros” para entender, deben aceptar que no hay perdón fácil para toda la devastación que ocasionaron a diestra y siniestra por 52 años. Deben asumir responsabilidades sin importar cuán grandes sean; pues, el perdón implica que hay arrepentimiento sincero por parte del que lo pide. Ese es el gran reto para los guerrilleros; Colombia y el resto del mundo los están viendo. Deben mostrar ganas inagotables de querer colaborar con la justicia para castigar a los que merecen ser castigados. En este proceso, el Gobierno debe predicar con el ejemplo, investigando a los soldados que abusaron de la situación crítica para cometer atrocidades.

Por otro lado, es sumamente conchudo y ridículo que las FARC quieran tener una presencia en la política colombiana. Si quieren formar parte de la política, deben ganarse ese derecho en las urnas, como manda la democracia, con el voto de pueblo. El que nada debe, nada teme ¿No?

En suma, las futuras negociaciones deben beneficiar a los colombianos antes que nada. Acá las víctimas son las que merecen protección y un trato justo garantizados. La prioridad está en hacer las cosas debidamente, como manda la ley.

¿Cómo reaccionó Colombia al Premio Nobel de la Paz ganado por su Presidente?

“Solo los imbéciles no cambian de opinión cuando cambian las circunstancias” –Juan Manuel Santos

Tímido, introvertido, déspota, inescrupuloso, calculador, centrado, arriesgado son algunas de las descripciones que hacen del Presidente Santos aquellos que trabajaron con él en su fase presidencial o cuando era ministro de defensa. Sin duda es un personaje que llama la atención.

“A los que votaron por el No, por ignorancia o por no haberse leído los acuerdos, a todos los podemos traer rápidamente (hacia el Sí)” –Juan Manuel Santos

El anuncio de la adjudicación del Premio a la Paz al nombre del Presidente Santos trajo alegría, pero también críticas.

Los detractores acusan a Santos de no escuchar lo que Colombia quiere y cómo lo quiere con respecto a la paz y el perdón a las FARC. También, señalan que los jueces encargados de asignar los Premios Nobel (noruegos) desconocen el contexto actual que vive Colombia. Además, resaltan que Santos fue premiado sin haber logrado nada.

“…esto es como si un atleta recibe la medalla de oro antes de correr la competencia, porque el acuerdo se firmó pero no fue refrendado por el pueblo, todavía no tenemos paz, si no, miremos las cifras de asesinatos y muertes y de todo” –María Paulina Aguinaga, concejala del Centro Democrático

Los que celebran la condecoración lo hacen por razones distintas, inclusive el Presidente Santos. Las víctimas la aceptan como un reconocimiento por lo que les tocó vivir y la justicia pendiente. El Presidente rápidamente se desasoció de la premiación. En general, se siente que el premio debe incentivar a que se persista en la solución pacífica del problema con las FARC.

“Agradezco infinitamente y de todo corazón esta honrosa distinción. La recibo, no a nombre mío, sino a nombre de todos los colombianos, en especial a las millones de víctimas que ha dejado este conflicto que hemos sufrido a lo largo de más de 50 años. Colombianos, este premio es de ustedes” –Juan Manuel Santos

¿Cómo debería tomar Colombia esta premiación a su Presidente?

A nivel personal, Juan Manuel Santos mostró disposición y puso en práctica sus habilidades en la negociación para conseguir un primer acuerdo que debe ser afinado. Santos se debería sintonizar más con Colombia para saber qué desean sus ciudadanos.

Los colombianos deberían ver el premio como la oportunidad de demostrar al mundo que como país pueden lograr una paz justa y definitiva. Y es que sin justicia no puede haber paz y se debe hacer respetar las memorias de las víctimas y afectados. Santos es solo la imagen de los millones de colombianos que quieren un BASTA de una vez por todas.

¿Qué nos enseña a los peruanos el conflicto en Colombia?

Mucho. Nos enseña que un pasado inolvidable es un pasado más seguro de ser irrepetible. Los años sangrientos patrocinados por Sendero Luminoso, el MRTA y los malos militares y líderes políticos deben permanecer en nuestras mentes para nunca permitir que la violencia sea vista como la única salida a nuestras diferencias. De quererse paz, el crimen y la injusticia no deben ser perdonados así hayan pasado 20 o 30 años. Siempre se debe respetar la opinión de las víctimas y del pueblo en general…por último la de los criminales, que no están en posición de reclamar, sino de pedir perdón y esperar una condena justa. Sí, el Perú puede simpatizar perfectamente con Colombia y juntos pueden aprender uno del otro.

¿Qué opinan tus amigos o familiares colombianos  de este suceso? ¿Cuál es tu opinión?

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